Como me imagino que habréis notado, las mañanas ya no tienen nada que ver con lo hasta hace bien poco estábamos acostumbrados y aunque las temperaturas se recuperan bastante durante el día, «Mañanas de niebla, tardes de paseos» empiezan a apetecer bastante los platos mas calientes. Hoy se les va a dar de comer por primera vez en este año escolar, uno de los platos mas representativos de la cocina de nuestra región, » caldo gallego» cosa que esta empresa, lo hacen realmente rico y lo mas importante; que los niños/as lo comen muy bien. Esperemos que todo siga siendo igual, que la comida del día de hoy este perfecta y que nuestros niños puedan disfrutar de ella.
Menú miércoles día 19 de Octubre
Caldo gallego / Filete de cerdo con patatas / Fruta (kiwi)
Menú alternativo para dietas e intolerancias
Las demás dietas e intolerancias, tomaran el menú establecido par el día e hoy, sin modificación alguna, salvo los alérgicos al kiwi, que se les cambiara por manzana.
Impresiones:
Primer plato: Estaba compuesto de habas, berza, repollo, patata y unto. Tengo que decir que estaba bueno y bastante bien de sal, cosa que en este plato, como este soso, pierde muchísimo. Tengo que decir, que los que mejor lo han comido, han sido sin lugar a ninguna duda, los niños/as de infantil, porque los de primaria lo han comido muy mal, por lo menos en el colegio en el que he estado. La cantidad ha sido muy alta, sobrando bastante caldo y se ha servido a mas de 70 º a la hora de emplatar. Hay que darle una vuelta a este plato, puesto que las habas las aceptan bien, pero todo lo que sea de color verde en el plato, no lo quieren comer, por lo que tenemos que idear alguna manera, de que puedan comer mejor un gran alimento como este.
Segundo plato: En cambio, este plato, lo han comido de maravilla, han repetido en muchos casos y la mayoría de primaria quería mas, cosa que era hasta cierto punto normal, puesto que como del primero habían comido poco, tenían hambre. Para mi gusto, la carne estaba algo seca, pero no le pidamos mas a este tipo de alimento, que es muy seco por si solo. Le vamos a proponer a la empresa, que la próxima vez, lo suministre lleno de salsa, con la intención de que así se haga mas jugoso.
Un saludo y buen día !!!
Aprovechando que en el día de hoy se va a dar caldo gallego a los niños/as, me gustaría hacer un poco de memoria sobre los orígenes de este plato, sin duda uno de los principales dentro de la gastronomía de todos los gallegos.
No es una simple receta, es la historia del caldo gallego………..
El caldo gallego : En el siglo pasado, el 75% de la población de Galicia era agrícola y vivía fuera de los centros de las ciudades o pueblos, así que su fuente principal de comida era lo que producían sus propios huertos y granjas. Esto quiere decir que la receta variaba de sitio a sitio, de casa a casa, dependiendo de los que cultivaban. El caldo ha sido por excelencia el alimento básico en los pueblos gallegos. Era un plato tanto de invierno, como de verano, de primer plato, más bien de único plato o de postre, para almuerzo, comida o cena, la gente mayor aún saborea las tazas de caldo que se comían al llegar a casa después de un duro día de trabajo en el campo. Es un plato completito, lo tiene todo, los hidratos de la patata, las proteínas de la carne, vitaminas y minerales de las legumbres y la verdura y la energía de la grasa.
En un solo plato estaba el compendio de toda la alimentación. A lo mejor algunas familias tenían suficiente dinero para comprar otros productos, pero la mayoría no y los productos animales eran usados en celebraciones u ocasiones más especiales, pero no para el día a día. En esos años, la alimentación básica de muchos pueblos gallegos fue el caldo. Según la época del año se hacía con una verdura diferente, en otoño con la berza gallega, la que se planta una vez que se recogen las patatas, invierno con nabizas y grelos, en primavera con la berza alta “covellas” y los brotes tiernos de estas, incluso, hay un caldo “blanco” de cebolla o puerro, zanahoria y judías verdes. En los años del hambre poca carne se le podía echar al caldo, había que estirar los productos de matanza hasta la siguiente y lo mejor del cerdo se vendía para ganar unos “duros” de ahí que algunas veces solo llevaba un trocito de chorizo y el trocito de unto como grasa que luego se pasaba a un mortero, se machacaba con un poco de harina y a la cazuela otra vez para darle “sustancia”, pero que invento lo del unto, lo que empezó como única alternativa a darle al caldo un poquito de gusto y que no quedase deslavazado, hoy no se concibe el caldo gallego sin ese sabor tan peculiar un poco a rancio del unto.